El componente afectivo (deseo se refiere a los
lazos emocionales que las personas forjan con la organización al percibir la satisfacción de sus necesidades (especialmente
las psicológicas) y expectativas; por ende, disfrutan de su permanencia en la organización.
En el segundo componente, el compromiso de continuación
(necesidad), es muy posible encontrar una conciencia de la persona respecto a inversiones en tiempo y esfuerzo que se perdería
en caso de dejar la organización, o sea, de los costos (financieros, físicos, psicológicos) en los cuales se incurriría al
retirarse, o de las pocas posibilidades para encontrar otro empleo.
En el tercer componente, o sea el compromiso normativo
(deber), se encuentra la creencia en la lealtad a la organización (sentido moral), quizá por recibir ciertas prestaciones.